Pruebas médicas para casos asintomáticos y leves
🚴 Deportistas no profesionales
- Los deportistas aficionados que no participan en competiciones, son menores de 35 años, no tienen factores de riesgo cardiovascular y han recibido la pauta de vacunación completa deben acudir al médico a los 7 días tras pasar la enfermedad. El profesional deberá preguntar si presenta fatiga, intolerancia al esfuerzo, disnea, dolor torácico, mareos, cefaleas, pérdida de fuerza, alteración de la sensibilidad, mialgias. También tendrá que hacer una exploración física completa, valorando sobre todo los sistemas cardiovascular, respiratorio, musculo-esquelético y neurológico, y hacer un electrocardiograma.
- Los deportistas aficionados menores de 35 años, sin factores de riesgo cardiovascular, pero sin pauta de vacunación completa, deberán acudir a los 14 días. La visita médica debería ser igual que la anterior.
- Para los deportistas menores de 35 años con factores de riesgo cardiovascular y los mayores de 35 años se recomienda acudir a los 14 días, con una visita médica como en los casos anteriores, con electrocardiograma y ergometría.
🚴 Deportistas profesionales
Los deportistas profesionales (y los no profesionales que compiten a nivel nacional o internacional) deben acudir al médico a los 7 días. Además de las revisiones descritas antes, se recomienda un electrocardiograma, un ecocardiograma y una prueba de ergometría máxima.
📝 Pruebas médicas tras infecciones moderadas y severas
En estos casos, la SEMED recomienda esperar 30 días tras la infección aguda para realizar una visita médica (como la descrita antes). Además, se aconsejan estas pruebas:
- Electrocardiograma.
- Ecocardiograma.
- Ergometría que cumpla criterios máximos con saturación de oxígeno.
- Espirometría.
- Analítica de sangre que incluya hemograma, perfil hepático, perfil renal, coagulación, CPK miocárdica, LDH, ferritina y PCR.
- Analítica de orina.
- Holter de esfuerzo si hay sospecha de arritmias
💡 Los expertos de la SEMED también aconsejan realizar estas pruebas a los deportistas que han sufrido una infección asintomática o leve (los casos anteriores) pero que, al iniciar la actividad física, presentan intolerancia al esfuerzo, disnea, dolor torácico, palpitaciones, mareo o disminución del rendimiento.
Además, para los deportistas de competición, es importante realizar un electrocardiograma a los tres y a los seis meses para evaluar si existen o no efectos a largo plazo, aún hoy desconocidos. Si durante la infección ha habido síntomas clínicos de enfermedad pulmonar o cardiaca, se recomienda examen cardiológico y respiratorio anual durante los dos primeros años, ya que otros coronavirus como el SARS han dejado secuelas durante los dos años posteriores.
Sea cual sea el caso, si existen alteraciones en alguna de las pruebas o el médico sospecha de afectación en alguno de los órganos, tendrá que derivar al deportista a la consulta con especialista.
Fuente: Consumer Eroski