Mostrar una imagen positiva en Internet
La aceptación social de la sobreexposición y la fácil accesibilidad a las tecnologías para captar una imagen hace que, en muchas ocasiones, se comparta contenido en la Red sin reflexionar, sobre todo en la etapa de la adolescencia, caracterizada por la impulsividad.
Si hace unos años cometíamos alguna imprudencia, se quedaba entre los presentes, y como mucho se ampliaba a nuestro círculo de amistades. Si además existían imágenes, se compartían en papel fotográfico. Los negativos estaban bajo nuestra custodia, así que era complicado que pudieran difundirse más allá.
Sin embargo, hoy en día, las imágenes pueden viralizarse con rapidez y quedar disponibles en Internet durante mucho tiempo, lo que puede afectar de manera directa a la reputación y privacidad de la persona que aparece en ellas.
Debemos partir de la idea de que “no hay una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión”. Por eso, es necesario que antes de compartir una instantánea hagamos un balance:
- ¿Me importaría que esta foto la viera cualquiera? Pensando en desconocidos, vecinos, la familia, pareja, Recursos Humanos, jefes…
- ¿Seguiré sintiéndome cómodo con esa instantánea dentro de unos años? ¿Me puede dar vergüenza en el futuro?
- ¿Qué imagen transmite de mí esa foto? ¿Me puede perjudicar? ¿Aporta algo positivo o negativo a mi imagen en Internet?
- ¿Puede resultar molesta para otras personas que salen en la foto? ¿Están de acuerdo en que la comparta?
Es fundamental enseñar a los menores a crear y mantener una identidad digital positiva desde que comienzan a usar Internet, mostrándoles las consecuencias y los riesgos de publicar contenidos que perjudiquen su reputación en la Red, como pueden ser el ciberacoso o las dificultades para acceder a un puesto de trabajo en el futuro, entre otros.
Fuente: Eroski Consumers